El consumo de un alimento en mal estado, una infección, algunos medicamentos con efectos secundarios que afecten al aparato gastrointestinal o, incluso, el estrés emocional puede causar una diarrea.
La diarrea, al igual que el estreñimiento, no es una enfermedad en sí, sino un síntoma de un trastorno cuya gravedad depende de la causa que lo origine. La diarrea se caracteriza por la evacuación frecuente de heces acuosas, sin formar, lo que provoca una escasa absorción de agua y elementos nutrientes. Puede ir o no acompañada de dolor, debilidad, náuseas, vómitos, espasmos abdominales (retortijones), fiebre o pérdida de apetito.
Los dolores de la diarrea puede ser aguda o crónica. La primera, de aparición repentina, suele durar uno o dos días, lo mismo con tratamiento que sin él. La segunda puede prolongarse durante bastante tiempo, suele ser resultado de muchos factores y a veces es síntoma de un trastorno más importante.
El trastorno puede tener su origen en la dieta, toxiinfecciones alimentarias, infecciones, medicamentos, enfermedades crónicas, stress emocional, etc.
Si la diarrea se debe a un trastorno fisiológico se puede corregir en gran medida y hasta evitarse con una alimentación correcta.
Existen tratamientos o medicamentos antidiarréicos que van dirigidos a curar los síntomas de la diarrea o bien los trastornos tales como la pérdida de líquidos o electrolitos.
No olvide que es mejor tratar poco que sobretratar la diarrea y a veces hay que buscar la causa que la motiva.
Si la diarrea es moderada, el agua y las sales perdidas se pueden reponer alternando a lo largo del día un vaso de zumo de naranja o de manzana con media cucharada de miel y una pizca de sal, y otro de agua hervida con una cucharada de café con bicarbonato sódico. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un compuesto de agua, glucosa, cloruro sódico, cloruro potásico y bicarbonato sódico.
Por otra parte, la ingestión de alimentos debe realizarse paulatinamente y con el consumo de alimentos astringentes como el arroz. De este modo, se puede iniciar la dieta con arroz hervido, crema de arroz o arroz con agua de zanahoria. Asimismo, se puede añadir pollo a la plancha, jamón york, pan blando tostado o yogur, pero siempre con mucha prudencia.
Hay algunos alimentos que deben evitarse ya que pueden retardar la recuperación o incluso prolongar la diarrea. La fibra vegetal, por ejemplo, aumenta el volumen intestinal y estimula la motilidad intestinal. La leche, al igual que las grasas, provocan una digestión prolongada. Asimismo los guisos, frituras, embutidos y salados se deben suprimir porque irritan la mucosa intestinal.
Es producida u ocasionada por ingerir alimentos en mal estado, o por falta de aseo.
Preparar una infusión de dos cucharadas de arroz en 500 CC de agua hirviendo, es de gran utilidad en los casos de diarrea infantil.
En caso de adultos:
Tostar 2 cucharadas de arroz hasta dorarlo un poco sin que el arroz se queme. Introducir en una olla con 8 vasos de agua, dejar que se reduzca a 4 vasos.
Escurrir, añadir 3 cucharaditas de azúcar y ½ cucharadita de sal.
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