¿Tienes los talones de los pies muy resecos? Toma nota de este truco: Aprovecha la ducha para frotarlos con una piedra pómez. Hazlo cada día. Y, si te acuerdas y tienes tiempo, por la noche, empapa un algodón con aceite de oliva y déjalo sobre los talones durante unos 15 ó 20 minutos (Aprovecha un rato en que estés sentada, mirando la tele). Cuando lo retires frótalos con medio limón y sécalos, pero no los aclares hasta el día siguiente.
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