Hay muchos trucos que han ido pasando de generación en generación para disimular esas patas de gallo que tando odias. Uno de los más populares es extender un poco de vaselina en el contorno de los ojos antes de irse a dormir, esto es hidratante, suaviza y dulcifica las líneas de expresión de la mirada.
Otro de estos trucos es mezclar un poco de aceite de oliva, leche y agua de rosas y aplicarlo con un algodón en el contorno de los ojos. El efecto es inmediato, has de notar como se relaja esa zona casi instantáneamente.
Igual de importante que la crema que utilizamos es la manera de aplicarla. No hay que estirar la piel al untar este ungüento o cualquier crema. La manera correcta es aplicarla en pequeños toques hasta que la piel absorba el producto. Para que los resultados sean notables hay que ser constante y repetir todos los días los pasos básicos de cuidado: la limpieza y la hidratación.
Además de intentar combatir las patas de gallo mediante la hidratación de la zona podemos hacer algo por disimularlas una vez que ya han aparecido. Recurriendo a los cosméticos podemos aplacar este símbolo que aparece inevitablemente con el paso del tiempo. Utiliza una sombra de ojos que atraiga la luz y la refleje. Es mejor si la textura de estas sombras es en crema ya que, al ser más hidratante, suaviza la expresión. Los polvos no son recomendables ya que resecan la piel y acentúan estas líneas.
Por otra parte, para relajar la mirada y así hacer que los ojos permanezcan jóvenes durante más tiempo, se puede hacer un pequeño ejercicio: es muy sencillo, simplemente cuando sientas tensión en los ojos ciérralos y descansa unos segundos. Luego ábrelos lo más que puedas hasta que sientas los músculos estirados, repite la operación varias veces.
Según las estadísticas, el 65% de las mujeres mayores de 40 años ya sufren problemas de arrugas en el contorno de los ojos, una cosa totalmente normal, así que no hay que preocuparse.
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