Uno de los mitos más típicos del verano es que con el sol y la playa los granos disminuyen, pero esto no deja de ser una leyenda urbana.
Al principio los rayos del sol parecen disminuir la presencia de los granitos, pero a la larga se produce un efecto rebote y el acné se vuelve más virulento. Si los quieres eliminar, no te los reviente y no utilices cremas hidratantes que contengan grasas. Lo mejor es lavarte la cara con jabón de azufre (de venta en farmacias), hacer vahos de manzanilla e ir al dermatólogo para que te aconseje mejor.
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