Y nuestra primera pregunta a la hora de utilizar estos productos debe ¿qué son los aceites esenciales?, pues bien, es la destilación del extracto de una planta o de una flor, de manera que se capturan las moléculas activas vegetales con todas sus propiedades y su aroma.
¿Son efectivos o inofensivos?
Son muy activos. Aplicados en la piel pasas fácilmente al torrente sanguíneo por su bajo peso molecular, e inhalados en aromaterapia llegan al cerebro y al sistema nervioso, actuando con rapidez.
Los aceites esenciales no sobrecargan una piel grasa o sensible, ya que los aceites que hoy se utilizan son secos. Nutren profundamente, reforzando uñas o un cabello frágil, a la vez que suavizan las cutículas resecas o agrietadas.
¿Cómo se preparan?
Los aceites esenciales puros son muy activos y podrían quemar la piel, por lo que conviene tomar precauciones. Se diluyen en el agua en una proporcion de 5 gotas por 50ml de agua, o en una proporción de 15 gotas para 50ml de aceite de oliva o de sésamo. De esta forma se pueden aplicar sobre la piel o echando un tapón del preparado en el baño.
¿Cualquier aceite esencial sirve para todo?
Todos son hidratantes y nutritivos por naturaleza, pero cada aceite tiene propiedades distintas:
- La lavanda relaja y cicatriza la piel irritada por el frío.
- El romero es tonificante. Un baño con unas gotas de romero te pondrá las pilas y te ayudará a superar el cansancio.
- El eucalipto o la menta aportan defensas a las pieles frágiles y mejoran la respiración en los fumadores.
- El brezo mejora los herpes que aparecen en los labios, calma el eritema solar y en infusión es diurético y antiinflamatorio.
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