El cardo mariano es uno de los mejores amigos, que el hígado pueda llegar a tener. Considerado actualmente como una de las plantas hepatoprotectoras, que mejores resultados dan a la hora de tratar dicho órgano, mucha gente aún ignora cual es la mejor manera de consumirlo. Aquí te lo contamos.
El cardo mariano se ha convertido -gracias a las investigaciones que se han hecho sobre él- en el principal aliado a la hora de paliar problemas del hígado de manera natural. Esta planta contiene altas dosis de silimarina, una sustancia que es antioxidante de las células hepáticas, pasando a ser de esa manera una planta ideal para el hígado.
De todos modos, muchas veces se confunde su manera de tomarlo. Lo cierto es que lo que todos los especialistas recomiendan es consumirlo en forma de comprimidos. La cantidad recomendada es de 420 miligramos diarios (los comprimidos son de 140, habitualmente) para aquellas personas que sufran de enfermedades hepáticas en desarrollo, como ser una cirrosis. Mientras tanto, aquellos que sólo tengan intenciones preventivas, pueden consumir 280 miligramos diarios
Si bien no se considera del todo terapeútica a esta modalidad, también pueden hacerse infusiones con las semillas. Pero, de todos modos, se estima que la silimarina no es una sustancia muy diluible en agua, por lo cual su efecto no es el mismo.
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