La opción ecológicamente más sostenible para secar la colada es olvidarse de la secadora eléctrica y recurrir al tendedero. Sin embargo, muchas veces debido al mal tiempo o la falta de espacio en las casas es necesario recurrir al centrifugado y al secado mecánico. Es algo que hay que tener muy en cuenta a la hora de comprar los electrodomésticos, ya que gastar un poco más en uno que garantice un bajo consumo de energía puede suponer un buen ahorro a la larga.
Una vez secas no todas las prendas necesitan ser planchadas. Algunas ropas pasarían sin esta tarea si al tenderlas se buscara que el propio peso de la prenda hiciera que se fuera estirando. Además, buena parte de la energía que consume la plancha se puede ahorrar si se empieza la labor con la ropa aún un poco húmeda.
Lo que no resulta en ningún caso recomendable es recurrir a productos en spray que eliminan las arrugas y dejan más perfecta la ropa, especialmente si contienen CFC. Son productos tóxicos e inflamables que, además, crean el residuo perjudicial de su propio envase.
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