Cómo planchar la ropa

Planchar la ropa no es sólo una medida estética sino también higiénica. Además, hoy en día, las planchas de vapor hacen esta tarea mucho más cómoda. Las abuelas todavía recuerdan aquellos tiempos en los que había que tener un cacharro con agua al lado para humedecer las prendas más secas cuyas arrugas eran muy difíciles de eliminar. Hoy, aunque el vapor ayuda mucho a la ahora de planchar, se recomienda que se recoja la ropa tendida algo húmeda.

Antes de ponerse a planchar échele agua a la plancha, no espere a que esté enchufada y vigile el depósito de vez en cuando, no espere a que se consuma el agua para reponerla. Si le gusta perfumar su ropa, puede echar al depósito del agua unas gotas de esencia de lavanda. Pero antes de hacerlo, lea las instrucciones de uso del electrodoméstico para comprobar si es posible añadir este tipo de sustancias a su plancha, de lo contrario puede tener sorpresas desagradables.

Cuando tenga que planchar bordados, procure que estén del revés, y aplíqueles sólo la punta de la plancha. En cuanto a las camisas, una de las prendas menos cómodas de planchar, para evitar las típicas arrugas del cambio de posición al plancharlas, es preferible que empiece por el interior y exterior de los puños. Luego aplíquese con las mangas, el cuello y la abertura, después la parte de la espalda y luego las delanteras.