Remedio casero para la neuralgia

Destilación de aceite esencial de yemas de pino

Las plantas son un placer para la vista y también para el olfato. Muchas de ellas poseen propiedades aromáticas, que provienen de sus aceites esenciales, minúsculas gotas de aceite que les protegen contra bacterias, parásitos, hongos, y le aseguran la reproducción atrayendo a los insectos. Las esencias son el alma de las plantas, su energía vital. Es precisamente su contenido en aceites esenciales lo que convierte a muchas plantas en medicinales. Para obtener unas pocas gotas de aceite esencial se necesita una gran cantidad de planta. El sistema más común, conocido desde hace miles de años, e introducido en Europa por los árabes, consiste en la extracción de las sustancias aromáticas por destilación mediante el vapor de agua.
Ingredientes
(Para el alambique casero)
Una olla a presión
Una malla (donde se depositan las plantas)
1,5 l de agua Un tubo de plástico de unos 5 m
Un recipiente grande de cristal
Una aceitera
Un recipiente pequeño
(Para la esencia)
Yemas de pino
Preparación
(Del alambique)

Conectar el tubo a la válvula, sin el capuchón, de la olla exprés. Pasarlo a modo de serpentín (en forma de larga espiral) por un recipiente con agua fría, que deberá irse renovando a medida que se caliente o añadírsele hielo. Conectar el otro extremo del tubo a otro recipiente, por ejemplo una aceitera, y ésta a otro pequeño recipiente de cristal a través de otro pequeño trozo de tubo de plástico.
(De la esencia)

Se preparan las yemas de pino, cortándolas. Se vierte en la olla una cantidad de agua de entre 10 y 6 veces la cantidad de materia prima y se carga la maya con las yemas. El agua no debe llegar a tocar la malla, dejando al menos un centímetro de separación entre una y otra. De ese modo, se cierra la olla a presión y se pone a calentar a fuego muy vivo.

A la salida, el vapor de agua, que ya se lleva consigo el aceite esencial, pasa por el recipiente del agua fría, que lo condensa, haciéndolo volver del estado gaseoso al líquido. El líquido que irá goteando poco a poco en la aceitera no es todavía la esencia, sino un agua esenciada en cuya superficie flota, al ser un aceite, la esencia.

Para separarlo, no hay más que ir vertiendo el agua de la aceitera a través del tubito dentro del último de los recipientes, hasta que se observe claramente que ya sólo queda la esencia, que va bajando por el tubo. Justo en ese momento se apretará con los dedos el tubo, pinzándolo para retener el aceite, que se verterá en otro recipiente a parte.

Es importante que durante el proceso de destilación no se acabe el agua de la olla para que no se chamusquen las plantas. A modo de indicación, puede decirse que desde que comienza a hervir la olla hasta que comienza a salir el aceite pueden pasar unos 10 minutos, y otros 4 hasta que pasa por los 5 metros de tubo de plástico. También es fundamental que la salida de la aceitera esté más baja que el orificio por el que ha entrado el agua esenciada, pues de otro modo no funcionaría la última parte del proceso, en que separamos el aceite esencial del agua.

Es probable que tras todas estas operaciones todavía quede un poco de agua en el frasquito del aceite esencial. El mejor modo de hacer la separación final es utilizar un cuentagotas o una jeringuilla cuando el líquido ya esté frío y la separación entre aceite y agua sea más clara.

Uso

El agua de yemas de pino huele muy bien y puede utilizarse como ambientador y colonia.

Depositar el aceite esencial en un recipiente de topacio, oscuro, para que se conserve bien, y guardarlo en un lugar seco.

Por vía oral, la esencia se toma disuelta en agua bajo prescripción médica.
Por vía externa, se disuelve en aceite. Además, también se utiliza como perfume. Sin disolver, se puede aplicar 1 gota en las sienes, coronilla y plantas de los pies.
Es balsámica, antiséptica y anticatarral.

No hay comentarios: